MUUUUUS AMIGOS! Hoy tomo yo, Martini, las riendas de nuestro resumen, pues sino la pequeña Mus con su protagonismo me quita la posibilidad de expresarme.¡Madre mía (que en Paz descanse), como ha sido este mes de febrero que acaba de irse!
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Tao, recién llegado a casa |
La primera novedad llegaba cuando al ir a llevar a su nuevo hogar a la cerdita rosa, Carlota, le jefa encontraba en la autovía a un perrito negro, al que bautizaba con el solemne nombre de Tao, en su concepción budista de "camino" pues era evidente que el camino de la jefa está sembrado de actuaciones y parece ser que su camino es la salvación de seres desgraciados. Al día siguiente la avisaban de una perra de caza atropellada en la urbanización cercana... pues otra más en la familia. Esta vez dado el caracter zalamero y empalagoso de la perrita en cuestón de la bautizaba como Stroopy (literalmente, Siropito), por otro lado, la jefa estuvo intentando salvar un rebaño de 60 ovejas, las madres, tías y primas de todos los corderitos que han pasado por casa ultimamente.
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Stroopy posando junto a Wicca y Garfield |
A pesar del esfuerzo , solo se pudo salvar a una, Tita, que llegó a casa por una pezuña infectada, esto la salvó de la precipitada venta que tuvo que realizar el pastor, para evitar males mayores.
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Tita, ya operada |
Tita fue tratada de urgencia por nuestro veterinario, pero la lesión era muy grave y al final se tuvo que llevar al Hospital de Bellaterra donde la jefa tiene casi un campamento permanente, y ser amputada de una de sus pezuñas. Por suerte ya está en casa, y se recupera satisfactoriamente. pero ... ¡ayyy! no solo este lío se presentó este mes, la jefa consiguió más adopciones, para el perrito salsicha negro Tao, que era "recién llegado" como aquel que dice, para Veletta una preciosa bretona que esperaba una familia desde hacía casi tres años, y para Thor, el braco sevillano de los ojos enfermos. Esto implicaba unas cuantas visitas y movimientos extras.
También se iban, al mismo hogar que nos acogió a Barbie, la poni triste, Farinelli el burrito dulce como el pan y Pispeta la cabrita de tres patas, los corderitos Big Boy y Superbe, pues la jefa consideraba que ya podían empezar una nueva vida.
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Elfo el Cabrigato en la cama |
Por desgracia, Superbe moría a los tres días de una enfermedad fulminante, tanto la Jefa como Dolors y su familia, quedaban destrozados, preguntándose que habían hecho mal... pero son preguntas sin respuesta, Superbe era un angelito y decidió volver con los suyos... no hay más.
Pero para que de repente no se quedara el hogar humano sin rumiantes en su interior, llegaba a nosotros Elfo, un pequeño cabrito de un día, al que la madre no había podido amamantar y que rápidamente era llevado a vivir el la habitación de mis hermanos humanos, y allí está creciendo, jugando en la cama como un gatito, durmiendo en brazos de la princesa de los gatos, ajeno a la dura y triste vida de sus hermanos de especie.
También llegaba a mis posesiones, Lucero, un pequeño poni, negro como una noche sin luna, que espera que alguien se enamore de él, cosa nada dificil, para encontrar un nuevo hogar.
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Lucero, una estrellita de materia oscura |
Y la cosa no acaba aqui, pues también rescatábamos a un bretoncito de la calle y le encontrábamos un hogar en casa de una amiga de la Jefa que está loca por los caballos y ya tiene también una manadita de perros.
La última novedad del mes era que fallecía Goldie, la gatita paralítica.
A pesar de todos los cuidados, de la comida de régimen, de que la habían trasladado a un apartamento de soltera precioso, de las gotas de flores de Bach y de todo el cariño que se le daba, su almita decidía dejar este valle de lágrimas el martes pasado.
Como veis, la vida sigue mostrándonos sus dos caras, la alegre, de la multitud de animales salvados por la Jefa y su equipo humano, y la triste, el vacío que nos deja los que se van antes de hora y los que nunca llegan a tener esa oportunidad, como las pobres 60 ovejas, 25 de las cuales estuvieron muy cerca de lograr la libertad, pero al final tuvieron que seguir su triste destino.
En su nombre, Tita da las gracias a todas las personas de buena voluntad que empiezan a considerarnos algo más que un trozo de carne o un envase de leche.