LA SEMANA DE LOS TRES JUEVES

 Un jueves cualquiera, como cualquier otro día, un desalmado malnacido atravesó las puertas de una perrera seguido fielmente por dos perros, una perdiguera de 11 años y un bretón de 5.
Iba dejarlos allí, porque "ya no le valían" pues estaban ya "muy viejos".
 No importaba cuantas veces lo habían acompañado a cazar, ni cuantas horas le habían estado esperando en el sucio cuchitril que fue el único hogar que conocieron...
la perra apareció muerta en su jaula a la mañana siguiente, solo la muerte pudo acallar el aullido de tristeza de sentirse abandonada tras once años de fidelidad no correspondida.
 El perro, sucio, enfermo, envejecido, aguardaba tras los barrotes, quizás con una leve esperanza de que su amo volvería.
Pero en nuestro perro mundo las cosas no funcionan así, ahora tenía asignado un nº y un día Jueves 9 de Febrero, en el que sería sacrificado.

A mami le pidieron socorro para él, al fin y al cabo era un bretón y quizás uno más no se iba a notar mucho en La Gran Bretonia...mami se desesperó y dio la tabarra a todas sus amistades, pues no veía como meterlo en casa ahora que papi, (el humano gruñón) había perdido el trabajo y con él la única fuente de ingresos de casa.
Tres protectoras se ofrecieron a intentar salvarlo, pero por diversos motivos no podía ser inmediato, ¿que hacer?
mami sabía que si entraba Jueves en casa dificilmente saldría, pues al cabo de muy poco creería que por fin tenía un hogar y no quería volver a decepcionarle... la solución vino a través de una madrina, que se ofreció a sufragar los gastos de Jueves y  de otro perrito, con lo cual  ayudaría al mantenimiento de la manada.
Papi aceptó, pues razonó acertadamente que por fin un animalito que entraba en casa no solo produciría gastos, otros dos bretoncitos salieron de dos perreras  a las protes en nombre de Jueves, salvando así también su vida y a partir de aquí la historia continúa.
Jueves 1º se recupera de los malos tratos y de las enfermedades que la vida miserable le había producido, los otros dos seguro que encontrarán a alguien que los quiera y les de el amor que merecen.
Y desgraciadamente, los sacrificios masivos de inocentes continúan en todas las infernales perreras, la lucha por salvarlos no admite tregua, por favor, acoged, adoptar, no compréis nunca un animal.
Un amigo no se compra.

Lametones, amigos!

PS. En las fotos , podeis ver a Jueves siendo acariciado a través de los barrotes de su jaula por una mano amiga, cuando aún estaba condenado a muerte, y ya en casa tra una sesión de peluquería, posando junto a Wicca.