En Abril del año pasado, la operábamos con todo el equipo de oftalmología del Hospital Veterinario de Bellaterra y su veterinario de cabecera Just , de un tumor en un ojo, en la biopsia resultaba ser un carcinoma escamoso, o sea un cáncer maligno, pero la recuperación fue tan prodigiosa que desgraciadamente bajamos la guardia.
Y cuando este año, en verano descubríamos un bulto en su carita lo achacamos a un absceso, una picada de insecto ... a cualquier cosa, mientras nuestra mente nos tendía trampas para no ver la realidad.
Cuando en unas semanas no pudimos negarla más, hicimos venir al veterinario para que tomara muestra del tejido y hacer una biopsia.... y el resultado era tremendo, el cáncer había vuelto, muy agresivo y con metástasis difusa.
Martini estaba sentenciada, pero nos negábamos a no luchar por ella y contactamos con naturópatas y homeópatas para iniciar tratamientos alternativos, desde entonces está comiendo hojas de Kalanchoe Draigemontiana y de Guanábana y tomando Carcinosinum, Thuya y otros medicamentos homeopáticos así como Silicio oral... pero mucho me temo que estamos llegando al final, y no queremos que sufra, hoy por primera vez no ha querido desayunar... y la pena de pensar que la despedida es inminente no me deja respirar.
Hemos contactado con comunicadores, que nos han dicho que ella acepta su situación y que se sabe querida por todos, pero ninguna palabra puede calmar ese dolor lacerante, Martini merecía más años, más paz, más mimos, más zanahorias y manzanas, mas amor por todo el que ella nos ha dado...y por todo el daño que le hicieron cuando le robaron a sus dos hijitas, y por todo el dolor que causamos a las vacas de toda la tierra.
Nuestra Martini es nuestra Vaca Sagrada, nuestra Vaca Ángel y uno de los seres a los que más quiero si es posible que yo diga tal cosa.
Sé que ella no quiere que estemos tristes, pero es tan difícil evitar eso.... En fin mis queridos amigos, ella querría que os contara como han ido las cosas por la zona de caballos, su zona.... pero no tengo fuerzas, hoy no, hemos seguido salvando vidas, un número increíble en estos últimos meses, caballos, perros, conejos, gallinas, un pavo... todos están a salvo y felices.
Pero mi otra reportera, mi pequeña Mus, me da besitos y me enjuaga las lágrimas, y ella tampoco se siente capaz de contaros nada, los perros sienten en su corazoncito todas las penas de sus familias humanas.
Os dejo con la esperanza de poderos decir en el próximo post o que ha ocurrido un milagro y Martini se ha curado, o que se ha ido dulcemente rodeada de todo nuestro amor y sin sufrir, pues esto no lo permitiremos.
Todos hemos de morir y no importa cuanto se vive sino como, aunque si Martini nos deja se me habrá hecho tan corto el camino a su lado...
Ojalá este 2015 que empieza no nos traiga despedidas sino felices reencuentros.